luisa leston celorio

EL CEREZO DE LA ESPERANZA

EL CEREZO DE LA ESPERANZA

Pese a la distancia de los años no le he olvidado,
mas por contrario me siento ávida de nuestros reencuentros
bajo el cerezo que mi madre fertilizó con sus cenizas.
Ella había logrado sus últimos sueños,
ser fértil después de su partida.

Mi madre seguía siendo la anfitriona perfecta desde el Jardín del Edén.
Ella había decidido que sobre sus cenizas cultivasen un cerezo
que sirviese de cobijo y alimento para aves e insectos
portadores de vida.

Me siento reconfortada abrazando su cuerpo fecundo
de donde se prolongan esplendidas ramas
colmadas del dulce fruto, manjar para quienes deseen tomarlas.

Tras sentido abrazo me dejó arrullar en su regazo,
aun sabiendo que es una ensoñación,
me siento muy amada y reconciliada con la vida
que los humanos desbaratan.

Los trinos de los inquilinos del frondosos cerezo
estimulan mis más nobles sentimientos
porque mi madre una vez más abría la puerta a la esperanza
de que los humanos volverán a la razón
cultivando con saber nuestro hábitat.

Ella, me susurra: no todo está perdido
los hombres la lección entendieron
y volverán hacer de la Tierra
el más hermoso y fecundo planeta.

Luisa Lestón Celorio
Asturias- España
2019-06-06