Jair Sierra

Elegía de la libertad.

Así como los mismos hombres,

que un día nacieron entre las montañas

y que al azar morirán bajo ellas.

Así estamos juntos y con el mismo andar

tratando de olvidar lo que aquello

fue nuestro gran hacedor del mal.

pero añoramos su funcionar 

porque nos dio la potestad

de nacer donde debemos criar

más no como ahora, que andamos

donde nuestros ojos ponen la vista,

donde los sentidos son el engaño

y donde nuestras patas pisan lo ajeno.

Extrañamos al fiambre mal oliente

que de comer traía y que su vida acabaron

cuando entre los árboles nos ponía.

Ahora hay bolas que colgar

y no la de nuestras crias a empollar

sino las inertes y deslumbrantes 

que el hombre coloca sin cesar.

Por aquel que transciende en nuestros cantos,

que nos renueva el paisaje,

que nos muestra el cielo,

que nos prtegió de las manos

de aquel al que hoy nos exponemos.

¡Vil hombre! Has lo que conmigo quieras y hayarás lo que quieras sin mi.