Sus caderas y su vaivén,
su sonrisa y su desdén,
una mirada, lo noté.
Me incita a bésarla,
ya ni sé,
mujer de mil amores,
me duele saber.
La amo,
no la quiero,
pero mía no puede ser,
mujer de mil hombres...
pese a todo.
Siempre te amaré.