Jaime Calaforra

A la poetisa

No conozco tu piel,
ni la fuerza de tu habla,
ni conozco la miel
de tu labio o tu alma.
Pero, en la fronda de caras
de natura extraña,
sentí una alta ara
al amor, a la saña,
a la pasión, y a la tara,
de la angustia más cara
y sus redes de araña.
Y besé, en mi sueño
silencioso, ese altar.
¿Tendrá dueño
de amor tu aura de empeño
poeta, de potente cabalgar
entre tus mundos de sueño,
poetisa de azar?
¿Quién se quiere engañar?
Poetisa es nombre de humo,
de misterio profundo
ardiente o glaciar
¿Y quién le puso cadena
a la llama, a la niebla
o al abismo del mar?