Julio Noel

Inmerso en el silencio de la noche estrellada

Inmerso en el silencio de la noche estrellada

el álgido manto dormía su blanco sueño,

con sus lenes y frías manos acariciaba

los lastimeros suspiros que herían el cielo.

En la noche estrellada

voces desgarradas atravesaban el suelo,

eran alargados gritos de dolor y rabia

que se hincaban en los fríos ijares del viento,

eran amargos suspiros que hendían el alma

de los espíritus más atrevidos e intrépidos,

eran voces heladas

que cercenaban la garganta del postrer sueño,

eran metálicos golpes de frías espadas

que penetraban en la médula de los huesos,

eran penantes ánimas

que gemían en los cortantes brazos del viento.