AMADÍS

A CRISTO CRUCIFICADO (SONETO)

 

Transido de dolor me muestro al verte
 de pies y manos en la cruz prendido,
mas tu cuerpo lo habías ofrecido
para así rescatarme de la muerte.

 

Transido de dolor me hallo al haberte
dejado en las tinieblas de mi olvido,
y me siento tan hondamente herido
que un mar, de negro llanto, mi alma vierte.

 

Perdóname, Señor, por ser cobarde...
por este corazón que tengo impío
y postrado a tus pies en llamas arde.

 

Y no te enoje tanto desvarío:
si a consolarte se me hacía tarde...
hoy tu inmenso dolor lo quiero mío.