Jesús Oscar Ugalde

El llanto escondido

Lágrima, eres invisible, casi como si no existieras,

manifiesta desde el negruzco interior urbano,

gota con gusto a voz entecortada en un rostro inexpresivo,

mata los sosiegos, envileciendo

trasparentes notas amargas.

 

Asumo convaleciente tus cuchilladas,

desgarrando las telas de mi voluntad entristecida.

 

Me partes, mis fragmentos exánimes te reprenden: Únanse nuevamente.

 

Furtivo, llora copioso: te comprendo,

luz de mi juicio.