Julio Cortazar

El que no se nombra

La noche más oscura y tétrica que antes

observa a lo lejos a aquella figura,

no hay nadie que le ayude, ni un alma.

Solo el dolor y desesperación infinitos.

 

La calle se hace angosta, alguien ríe a lo lejos

eso levanta los brazos  y cae el cielo a sus pies

para que fantasmas malditos proclamen su nombre

prohibído  y la tierra tiembla de solo escucharlo.

 

El hombre arrastrándose se mezcla con la lluvia

quiere escapar de su propia conciencia,

no quiere caer en el abismo de pesadillas

que reclaman las pulsaciones de su temor.

 

Eso lo toma del brazo diciendole:

"tú vendras conmigo tus pecados te han condenado"

la tierra se abre, el hombre ha sido tragado,

la noche se tranquiliza, todo es normal de nuevo.