Esmeralda Zamorano

Desvanecer.

¿Que hago con sus promesas?
Las dejaré en la basura al igual que mi felicidad...
Tengo esas ganas locas de morir y palidecer, de sentir el frío carcomer mis huesos pero dejame volver a reír una vez más.
Mis dientes son amarillos con un sol, pero el sol es verdaderamente blanco pues mis dientes son tan blancos como el sol.
Debajo de mis mangas se ocultan mis secretos, mis cicatrices y mis amores, el amor a la tristeza y al dolor... Los tengo impregnado en mi piel, quizás por eso siempre me deprimo y sufro por ello.
Mírame, mi rostro ya no es el de hace años, ahora esta arrugado, marchito y más feo de lo normal.
Mis manos también están arrugadas, ásperas y con cayos por tanto trabajar.
Mis pies, cansados y cortados.
¿Me dejas otra vez a un lado?
¿Me enseñas a mentir como lo hacen tus labios?
¿Te gustaría darme felicidad de verdad?
Hace tanto que perdí las ganas de vivir y hoy en día ya no me queda más, lo siento si mentí pero verdaderamente no soy feliz.
No se como hacer para desahogar mi pena, mi rabia y mi poca fuerza no es suficiente para luchar en esta travesía.
Soy la otra de otro amor, el tiene a su puta y yo soy el despecho por no tener mayor opción.
Me habla de amor, de experiencia sexual, me dice al oído que sin mi no hay más... Seamos honestos ni yo ni tu, sabemos jugar.
Preferiría perder mi tiempo entre tus brazos, es que con el la paso mejor así que nunca pierdo mi tiempo, el es mi primer amor aunque nunca lo haya amado. 
Estoy enloquecida por él.
Eso no es bueno, ya es hora de dejar los celos a un lado, pero no puedo.
Cada vez que pienso en algo resulta así, así tan dolorosamente abrazador.
Soñé que el tenía a otra.
Desperté y a la que tenía a un lado era a mi.
Ya no se si dormir o simplemente soñar despierta... La segunda opción no deja de ser, me gustaría volver a creer en mis sueños y en mis desvelos.
Volveré a marchitarme, en mi mente, en mi cama y con más ansias que nunca.

Cada vez que veo sus manos sobre mi piel, se que ya tienen experiencia en eso y recuerdo que esta no es la primera vez que escribo sobre un teclado digital... Estamos igual. 

Solo que yo no dedico versos a cualquiera y el besa a cualquiera mientras me dice que esta solo, me desahogo entre las letras y el entre sus tetas. 

Me pierdo día a día, mis ganas de desvanecer ya están en su culminó, quiero volver a creer.