I
Es el elixir divino
Que el altísimo en su amor
Puso a la disposición
De todo aquel creyente
Que de manera insistente
Anhela el fuego restaurador
Que solo nos da el Espíritu Santo
El único que vivifica y bendice
Y nuestra vestidura reviste
De la pureza celestial
La esencia primordial
Que marca en nosotros la diferencia
Al procurar la excelencia
En un mundo de indolencia
Odio, maldad y dolor
Donde el supremo con su amor
Y su ungüento eterno
Llenara y rebozará el cántaro
Que día a día busca de su poder
II
En esta linda madrugada
En humilde oración
He venido ante ti
Para estar en tu presencia
Amado y eterno alfarero
Y pongo a tu disposición
Esta preciosa vasija
Para que tú esencia divina
Purifique y vivifique con tu poder
Todo mi interior
Haz en mí tu voluntad
Te pido que me des tu unción
Ahora, mañana y siempre
No permitas que tu aceite
Escasee en este cántaro
Porque tú eres mi proveedor
Eres mi guía y pastor
Eres el Dios de milagro
Y tu nombre es el invencible
III
El Dios que yo alabo
Glorifico y exalto
Es el Dios de lo imposible
El único que de lo invisible
Hace milagros y prodigios
Que el hombre con todas sus ciencias
Ha podido descifrar la excelencia
Del poder restaurador
Del precioso alfarero
Que con sus preciosas manos
Transformo al feo barro
En un vaso sagrado
Que contiene en su interior
La exquisita fragancia
Que perfuma el altar del eterno
Con excelsas melodías
Que rinden honra y pleitesía
¡A Jehová de los Ejércitos¡
Poderoso en batalla
ENEIDA JOSEFINA BRAVO REALZA
POETISA DE JESUCRISTO
EL BAÚL-VENEZUELA
25/05/2.019
06:35 a.m.