Lucy Quaglia

Un gordo

Un gordo, un ombligo,

Un perro dormido,

El pelo cortito,

Un hueso redondo,

Y allá,

En el fondo

Ya todo podrido,

Queda la ternura

De un verso que vuela,

Que sueña y palpita

Sin pensar en nada,

Ni siquiera en guita.

Tiempos que no vienen

Ni van, ni se quedan,

Ni huelen a nada

Mientras se hacen humo

Subiendo hacia el cielo,

Se ven en lo alto,

Despacio, callados,

En alguna nube

De polvo y asfalto,

Entre la alegría

De un chico creciendo,

La tristeza amarga

De un viejo muriendo,

Entre la esperanza

De un hijo en la escuela,

Sabiéndolo bueno,

Sabiéndolo sano,

Sabiéndolo alegre,

Sabiéndolo entero,

Y tener nostalgias

De los que quedaron

En la patria vieja

Temblando de miedo.

Porque no pudieron.