Julio Noel

A una rosa

Tu redondo perfume mis sentidos dilata

en el cárdeno despertar de la bella aurora,

tus abrasadores labios son fuego que mata

los efluvios que al céfiro envuelve y colora.

Fuego en llamas como ígnea nieve caída del cielo

son tus pétalos grana de elegante señora,

tu inefable hermosura el ojo ciega cual velo

de sutiles aromas y cálidos colores

que en etéreas nubes se esfuma como arduo anhelo.

Fragantes miradas son tus cálidos amores,

dulces besos liban tus rubíes ardorosos,

tus irisados pómulos envidian las flores.

Tus pétalos irradian los iris más hermosos

en el tierno latir de la cálida mañana,

por su terciopelo fluyen destellos acuosos

que refulgen en el aire polvo de oro y grana.