pani

A UNA DIOSA GRIEGA...

 

Sabe el néctar de su boca

a zumo de jardín y fantasía...

a lluvia sin caricia,

herida rota...

en el templo desnudado

de sus días,

 

y sus noches son apenas...

de sándalo pálido y perpétuo, 

levemente rubicado

en su agonía...

por la gala declinada

de su pecho.

 

Melena oscura...

marfílea rosa,

 

en la alberca

descuidada

de su beso.