Julio Noel

A un narciso

Resplandeciente estrella de oro y ámbar,

tu luz irradia la verde pradera,

áurea lágrima de la primavera

que rocía el terciopelo esmeralda.

Emerges primorosa y solitaria

como una garrida dama señera,

eres la más hermosa mensajera

de los amenos prados de Osimara.

Son tus pétalos fulgente luz gualda

que rutila como esplendente hoguera,

de la gota de sol llama certera

y resplandeciente estrella dorada.

Radiantes perlas besan en el alba

tu frágil y sedosa cabellera

y te yergues grácil y lisonjera

en el suave esplendor de la mañana.