Valery Tórrez

Si supiera

si en las gotas de lluvia estuvierán las respuestas, de este amor descabellado que llevo en mí ser.

De este frío latente que quiebra mis huesos en pedazos; si aún con la brisa mojando mí cara, supiera que me podrías amar, guardaría conmigo todos los amaneceres.

Aún con mis dolores de espalda y sin poder respirar; te esperaría, para poderte encontrar. 

La noche se tinta de purpura y empiezán a anidar las golondrínas. Empiezán a aullar los perros y los gallos esparán la mañana para poder cantar.

Y yo esperaré aquí sentada, con mí taza de café bajo la sombra de un árbol, a que me puedas amar...

Managua, Nicaragua

Valery Tórrez

Derechos reservados.