Nancy Ruiz Lee

Nocturno a la Luna de Xelajú

El tiempo pasando va

y la noche oscura llegó

al corazón

de quien buscando la luz va.

 

Peregrina, errante, vengo a ti

cargando con el dolor

de la musa que un día vivió

en este corazón, hoy tan solo y seco de amor.

 

Ella desapareció, dejando desolación

Y en ruinas el corazón,

donde las tinieblas habitan hoy.

 

¿Podré sentir alguna vez amor?

Esa bella emoción del ayer

que a mi vida dio todo el impulso

llenándola de color.

 

¿Por qué mis tinieblas hoy tan grandes son?

Dímelo tú, luna de Xelajú,

tú que acompañas hoy mi tristeza

regalándome tu esplendor.

 

En el cielo esperanza das

de que la aurora por fin llegará,

en el cielo razón das

a estos versos, que son oración.

 

Hoy tu luz de plata

que hace esta noche más grata

hace que en mí renazca

la fuerza para vivir.

 

Contigo no hay noche oscura

porque presagias la aurora

y me das hoy la certeza

de que el amanecer llegará.

 

Quiero vivir siguiendo tu luz,

poner el color que da la ilusión,

volver a soñar un día mejor,

volver a reír con todo candor,

volver a canta,r volver a querer,

el dolor vencer con fuerza y valor,

volver a luchar con todo mi ser,

con todo mi amor.

 

Contigo podré el camino encontrar,

poner el color que da la ilusión,

volver a soñar un día mejor,

volver a reír con todo candor,

volver a cantar, volver a querer,

el dolor vencer con fuerza y valor,

volver a luchar con todo mi ser,

con todo mi amor.

 

La oscuridad que habita en mí

jamás opacará tu resplandor

porque tu luz es mayor,

luna, luna de amor.

 

Y es que el amor me hace saber

que tú, luna de Xelajú

me acompañarás

en mi caminar.

 

Tú que bailas en las noches

Con el viento y las estrellas

Tú que inspiras a poetas.

Las poesías más bellas.

Me has llenado el corazón.

 

Y aunque peregrina soy

caminando contigo  voy.

He vencido el temor

con tu resplandor,

Luna de mi Xelajú.