Marah

Hoy vamos a olvidar

Hoy tengo la mente en blanco:

es un vacío sin límite para empezar de nuevo

un cuadro más plectórico...de más vida...

Algo me dice que ha llegado el momento

de resucitar, de leernos los ojos y beber el liquen

del perdón en nuestros labios,

...de contarnos los baches y las alturas por ese viaje a do las risas cascabelean hasta perderse

en el espacio infinito, dejando tras de sí un aguacero de incógnitas.

¡Ay, qué imbécil fui cuando rompí el reloj!

¡Qué larga espera, sin manecillas, sin números,  

sin días...sin noches...sin ti!

¡Cómo duele el corazón...descorazonado!

Hoy comienza un nuevo día con luz de aurora,

olvida lo pasado:

aquellas pomas a destiempo de mis niñeces,

la pleamar que inundó mis lunas en fechas feriadas,

los vinos amargos que a la copa rompen,

aquellas cimas de amor entre cobardes besos,

aquellas simas de hiel entre gestos abismados,

los rumores mundanos con alabanzas de auxilio,

las veces que me dijiste adiós estrechando mi mano,

el largo sueño bajo las hojarascas del otoño,

mi beso de invierno en tu espalda congelada,

las mímicas del mudo con el pecho colmado de palabras en plena primavera...

Olvídate...olvídate de todo,

no probar condimentos del pasado

ni hagamos futuro sin memoria...

Con la sonrisa de un niño recién nacido, reinvéntate hoy.

Hagamos un mundo aparte: olvidémonos de todo:

tú y yo solos, cual si fuéramos haditas escapadas del big bang.

Y sea nuestra presencia el único universo carnal

para nutrir nuestras mentes, de ti...de mí.

Piensa en mí sólo...que yo sólo pienso en ti,

en nuestra teoría de la felicidad, de tantas claridades que no admite más cuartillas estrelladas

para hacer más pomposo nuestro jardín y ganar el casting a las abejas,

sus panales, sus himnos, sus humos y la corona nupcial para dos que vuelven a la vida.

¡Con las velas del amor...la más loca...!

 

 

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