Over Mendoza

Eres tan natural que...

Eres tan natural que…

En tus muslos yace el algodón de la montaña.

Miro dunas en tu vientre abultado; es un desierto.

En tus ojos yace preso el fuego aunque a veces llueva.

Entre tus piernas hay un zaguán de agua cristalina, dormido.

En la cumbre de tu espalda hay un cielo estrellado en penumbra.

Y puedo denotar a los astros y meteoros entre las grietas de tu piel.

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Eres tan natural como el viento cuando soplas.

Como tus furias tormentosas cuando algo te enoja.

Como tu pelo enmarañado después de un fugaz huracán.

Como la tierra del desvelo, arada y regada que dejas al andar.

Y entonces esta tu sonrisa, altísima y perfecta cual tepuy ignoto.

Vista de perfil eres una playa donde las olas rompen en tu lengua seca.

Un oasis paralizado en medio de las ilusiones y fantasías con tu cuerpo.

Inhóspita cual nieves esquimales y en tu cuello muero entre auroras boreales.

Natural, sin maquillaje, con ojeras, profundas cual abismo. Me quitan el sueño.

 

Y no puedo seguir con este escrito, tus ojos adormitados ponen al sol con los venados.

Mis fuerzas se van perdiendo y la madre tierra se anestesia a través de la galaxia sempiterna.