Yolanda Barry

CANDILEJAS

Tus suaves dedos  acarician

los surcos de mi rostro,

tu sedienta voz humedece

mis deseos mas íntimos.  

 

Ya no hay aridez ni sequía,

a tu lado encuentro

fulgor y alegría.  

 

Con que placer

recorres mi cuerpo,

a ti no te importa

si ya el tiempo en mi

ha pasado.  

Me encuentras bella

a pesar de mi esfuerzo

de brindarte mil primaveras

en tu jardín.

  Mis maltratadas manos

son para ti tesoros,

no sientes que en ellas

hay resequedad,

las besas con tantas ansias

que me haces sentir joven

en realidad.  

Y que decir de mis labios...

de mi boca que aun sabe amar,

son para ti la gloria

en  ese momento tan pasional.

 

  Aunque a veces

me asalta la duda,

no quiero este amor dejar,

tu eres radiante 

y yo a veces absurda...

en mi sobran las ganas de amar.  

 

En el escenario de la vida

mi alma te estoy entregando...

no importa si las candilejas se apaguen

tú para mi seguirás brillando.  

 

YOLANDA BARRY.