Elisabet Mallol Lopez

Sí (Diálogo de hermanos)

A-

En edad de juegos

fui imaginación infinita

y la soledad

mi obligada compañera.

¿Cómo comprender

que nunca me hablaras?

¿Cómo aceptar que siendo yo

jamás me pudieses defender?

Peleas ¿qué fueron de ellas?

celos, tal vez,

mas si los tuve, los obvié.

 

En edad de amigos

fui diversión y tormenta

y en soledad

el héroe de tus sueños.

¿Por qué soportar

no poder contarte mis secretos?

¿Por qué permitir

convertirme en un hombre y tú....?

Envidias ¿qué fueron de ellas?

rencores, tal vez,

mas si los tuve, los evité.

 

En edad de amores

fui tango y bolero

y tu soledad

mi realidad afligida.

Contigo dime:

¿dónde y cuándo podré

compartir mi alegría?

¿dónde y cuándo podré

desahogar mis enojos?

Reproches ¿qué fueron de ellos?

frustración, tal vez,

mas si la tuve, la rechacé.

 

B-

Increíble parece pues

no ignoro las horas ni los años.

En mi mundo hermano,

he aprendido a saborear

inviernos y veranos

con sus noches temidas

y sus días codiciados.

Y en mis tranquilas lagunas,

ver en ti la sólida nave,

la llave sigilosa, silenciosa

de mis ininteligibles dudas.

 

Lazarillo de mi existencia

te tornas en la continua

fuente de mis gozos, de mis risas,

de mis abrazos festejados

los domingos y sábados,

en cumpleaños...en Navidad.

Y, ahora que por desgracia asumí

no ser el dueño de mi amanecer,

voy creando fecundos pétalos

de una inagotable margarita

que nunca descuida mi

saber esperar y desesperar

con un ahora no...ahora sí.