Cuando esa noche busqué
el árbol de siempre para hacer el amor,
no sabía que desde las ramas
colgaba un panal de miel.
descabellada forma de amar,
las abejas sin saber porqué
enjambre furioso salió a picar.
Esa noche...,
corrimos como si nos pillara el diablo,
nos salvo un lago de aguas tranquilas y quietas;
varias son las lancetas
que todavia me estan sacando.
Si deseas hacer el amor
sin miedos ni sobresaltos
colócate unguento para abejas espantar
pero más seguro es hacer
en la arena del mar
lo que tu mente está pensando.
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