Rafael Escobar

\"ANHELOS\"

 

¡Cuanto te adoro, mujer hermosa!

Pero me causas enorme pena,

miro tu frente, con luz serena

llena de gracia tan primorosa.

 

Cuando contemplo tu faz preciosa

siento en el alma mortal cadena,

tu indiferencia es la condena

 inmerecida, y tan dolorosa.

 

En tus suspiros, que tanto espero,

quiero me brindes tu dulce aliento;

como las flores del limonero

 

cuando las roza tranquilo viento,

riegan su aroma por el sendero

dentro llevando, de amor unguento.

 

Autor: Aníbal Rodrígez