El Quijote de la Rosa

A mi Viejita.

Una niña- mamà...
La vida le puso delante el desafío de hacerse mujer a sus 15 años, de pronto y sin aviso, le cambio sus rayuelas, sus muñecas de trapo, sus juegos de niña por la realidad de una casa, un marido, de obligaciones, esas cosas que no se ven cuando lo que uno quiere es \"escapar” del infierno de un hogar dividido, de una casa que te aprisiona en tu vuelo de paloma joven buscando libertad.
Así, sin saber cómo y porque aquella niña, se hizo mujer, entre sus brazos a sus 16 años supo por primera vez que el llanto de un niño no es igual al de una muñeca, que las horas de sueño y de descanso vuelan para nunca jamás ser igual cuando un niño llega a tu hogar, así sin saber cómo hacerlo, fue aprendiendo a ser Mamá, sus 16 años de ilusión, de niña mujer, se golpeaban contra la realidad de la vida de ser una mamá , pero se hizo fuerte, muy fuerte, en su amanecer a la vida no hubo tiempo de madurar, en un año y en otro más, ya no era uno si no tres los hijos que la vida le puso entre sus manos jóvenes, manos aun tiernas para contener tanto esfuerzo, pero fue valiente, tenía que serlo y lo fue, “la vida no es para los débiles”, aprendió a cocinar, aunque no le gustara, aprendió a organizarse aunque no la ayudaran, aprendió a contener sus lágrimas en un rincón de la almohada, porque el llanto de sus niños no entendían de flaquezas, así aquella niña mujer con 20 años, cargaba en su regazo un niño o dos, y cuando estos se bajaban de sus rodillas cansadas, otros dos venían a ocupar su lugar, si, a la edad que las jóvenes empiezan a conocer el amor, el sentir el ardor de una mirada masculina por primera vez, ella la niña-mujer ya era madre por cuarta vez, aprendió a crecer junto con nosotros , aprendió a luchar sin pedir ni darle tregua a la vida, aprendió a levantarse, aun con las rodillas molidas de fregar pisos ajenos, aprendio a ser fuerte como la única forma que la vida le impuso para arrimar alguna moneda, con la que llenar la olla de sus hambrientos pichones, con su esfuerzo ella iba enseñándonos sin saberlo, que no hay trabajo digno o indigno ,que la dignidad está en el coraje con el que lo hagamos.
La niña se hizo madre antes de ser mujer, pero siempre, aun en la dificultad aun en la pobreza ella iba a todas partes con sus pichones a cuesta, siempre estábamos con ella, recuerdo los veranos de vacaciones en casa de la familia allá en el campo, vacaciones maravillosas para nosotros porque era el momento de disfrutar de nuestra mamá a tiempo completo y para ella un descanso merecido, pero que siempre seria  descanso a medias, porque una madre con 4 hijos jamás puede descansar.
Fuimos creciendo y cuando ya ella pensaba que la vida le traería un poco más de calma, de menos llantos, de no cambiar pañales y preparar biberones, entonces cuando ya podía pensar en ayudar a crecer y hacerse grande a sus pichones, como un regalo le llego al fin su niña, vuelta a empezar de nuevo, “donde comen 4 comen 5” decía cuando le preguntaban como lo hacía.
Cada día para hacer posible que sus hijos tuviéramos todo, que comer, que vestir o con que estudiar, ella encorvaba su cintura lavando o planchando o cocinando en su “segunda casa”, porque para ella más que un trabajo, trabajar en la casa de “Don Carlos y Doña Cinda” que tenian tambien 4 pichones era tener una segunda casa.

Como si con “su casa” no tuviera ella suficiente trabajo!!!, después de sus largas jornada venía a hacernos la comida, hacer las compras ,limpiar la casa y ajudar a sus 5 críos educandolos para el bien.

Ella nos enseñaba más con su ejemplo, que con mil palabras, aprendimos que la solidaridad y la organización eran cosas que nunca se pueden dejar de lado, si se quiere salir adelante en la vida.
Ella no tuvo la posibilidad de estudiar una carrera u profesión,  pero estudio y se recibió  a puro golpe cada día en “la universidad de la vida”, ella nos educó en el esfuerzo y en el estudio, en querer saber más y más, como única forma de escapar a las miserias humanas y a la pobreza, su vida nos educó más que sus palabras, siempre recuerdo como grabado a fuego su decirnos ”hijo, estudia ,trabaja, se honrado siempre, debes dar siempre lo mejor de ti, para que puedas vivir de tu esfuerzo, para tener tu casa, tú lugar donde sentirte feliz en tu vejez, es muy triste llegar a viejo y vivir de la caridad y de los otros y no tener un techo donde dormir en paz” es muy triste sentir a tus espaldas “ hay va la viejita del ranchito de lata», esas frases querida madre sin tu saberlo, han marcado la vida de cada uno de nosotros, tus hijos.
Pasan los años y sigue cargando en su espalda y brazos ya cansados las preocupaciónes por sus hijos, sus nietos, sus bisnietos, ella se preocupa por todos y cada uno de los suyos.
Aquella niña lejana en el tiempo, que sin quererlo se hizo mujer y madre a la vez hoy peina grises cabellos, plateados por tantas y tantas horas acumuladas de luchas, de tristezas, de esfuerzos, de tanto dejar la vida por quienes fuimos su “obligación de amor\", porque siempre decía ”los hijos no piden venir al mundo” .
Querida madre en este tu día hago mia las palabras de una canción:
\"Mamá,mamá
Es tanto lo que tú me das
Es una deuda tierna, amorosa, eterna
Imposible de pagar\"
Quiero dedicarte este sencillo escrito hecho con los recuerdos que siempre estan vivos en mi memoria  como un simple homenaje y reconocimiento a aquella niña, que se hizo mujer y me cuido desde su tierna juventud, tu regazo era el lugar mas seguro donde encontrar refugio para mi dolor y lo sigue siendo aun hoy aunque hayan pasado ya 59 años en mi vida y 75 en la tuya.
Cada día le pido a quien tenga el poder en el universo, que me regale tu presencia y que mis brazos, te puedan devolver por siempre tantos momentos y abrazos que tú me supiste regalar. Feliz Día Mamá
Te quiere tu hijo,
El Quijote de La Rosa