Tyr

No es un sacrificio

Tras siglos del libertad el corazon en pleno abismo sigue cayendo aun cuando el espejo llora lagrimas solubles sobre el paisaje,
puesto en contra el pecho y su latir, el espejo se convirtio en una habitacion sin sueño, en un espacio perfecto
que hoy devino en sensible a la luz. Es demasiado el tiempo que la platica derrite los sueños, incluso los mios, incluso los ajenos
los venideros que estriban en el espacio del suelo.

El desdoblamiento de la pintura aliviaria el pecho, aun cuando el seno sea vuelto adicto al tacto, como necesidad circunvalante de un ciclo en degenesis resuelto por el tiempo, asfixiado por el anhelo y sujeto con uñas y dientes al pasado. Y es el tacto de un suave desliz hacia el espacio entre la tension que sumerge el sedimento de antaño en transmutacion de emociones. Hay en el tiempo, un espejo escondido entre sueños que visita a la madrugada en cada paso.

Lo que fue parece una añoranza a los ojos mortales, no obstante es facil darse cuenta que es la cuerda mediante la que se mece la serenidad de cimientes disueltas en espacio, tal como fuere el pasado, tal como fuere el presente, tal como se opone la materia, tal como la materia cambia a medida cambia el espacio, es se disuelve la cadena, mediante la presa que arroya, a medida el mana va callendo de las manos del tiempo, recordando que el pan es pesado para la pintura.