No sé qué tengo que hacer
para que se me tome en cuenta,
no sé qué tengo que ofrecer
para no caer en la ignominia cruenta.
¡Ay, me duele en el alma la ausencia!
¿Qué tendré que hacer
para obtener la atención?
Soy un suspiro inadvertido al amanecer,
soy el silencio de una canción.
¡Ay, me duele en el alma la ausencia!
No sé qué tengo que decir
para que mi grito se oiga,
¿hacia dónde tengo que partir?
¿Qué tiene que pasar, para que no se diga?
¡Ay, me duele en el alma la ausencia!
¡Ay, me duele en el alma el desprecio!
¡Ay, me duele en el alma la indiferencia!
¡Ay, me duele en el alma el silencio!
SENDEROS
Alfonso J Paredes
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