Rafael Escobar

\"MI GRAN ABUELO\"

 

Recuerdo con nostalgia aquella infancia

tan llena de magníficos momentos

en donde se aparece la figura

de un hombre con su porte tan sereno.

 

Despierta con el sol ya la mañana

que anuncia con su rayo un día nuevo

con \"jicara\" en la mano se encamina

a ver si ya empezaron el ordeño.

 

Lo miro que camina lentamente

y enrolla su bufanda por el cuello

que cubre cicatrices que dejaron

sus tiempos de fogoso aventurero.

 

Se sienta con su puro en la tranquera

oyendo como balan los terneros

en tanto que las vacas van llegando

a darnos de sus ubres el sustento.

 

Después de terminada tal faena

montamos nuestros potros sin apremios

y vamos a las milpas que se siembran

allá en las cercanías del riachuelo.

 

Divisa la extensión de sus maizales

que tienen el granito ya surgiendo

y espanta con afecto los \"zanates\"

que buscan en la siembra su alimento.

 

Me dice que las aves y las fieras

ofrecen gran fulgor al universo

que son las pinceladas que Natura

dibuja con amor y con esmero.

 

Se baja del caballo muy sonriente

saluda a los peones desde lejos,

le sigue muy de cerca el can hermoso

al cual lo bautizara de \"Escudero\"

 

Igual que se tratara de un amigo

camina conversando con su perro

los hombres que trabajan lo acarician

con esa mano franca del labriego.

 

Contempla el horizonte ya rojizo

y saca su \"capote\" para invierno

mirando que los pájaros se marchan

volando raudamente selva adentro.

 

A casa regresamos ya muy tarde

leyendo los augurios en el cielo

que dicen que se acerca la tormenta

lanzando de advertencia fuertes truenos.

 

El siempre caminaba tan impávido

tejiendo las hilachas de otros tiempos,

las épocas de antaño cuando joven

surcaba de la vida su sendero.

 

Su estampa tan gallarda de profeta

se plasma claramente en mi recuerdo

y flota como ilustre personaje

de historias con sus nobles caballeros.

 

¡Por eso se mantiene en mi memoria

la luz que no se apaga con el viento,

de aquella tan espléndida enseñanza

que siempre me brindara el gran abuelo!

 

Autor: Aníbal Rodríguez.