Santiago Miranda

Cada poema un epitafio*

 

Cada paso, un retroceso y la necesidad
De continuar hacia un adelante no creado
Cada día; una noche mortal y sin término
Cuyo afán único es continuar     hurgando
Entre las palabras: la herida o el fundamento inmortal

En la variación del tema que nos concierne; hablo
Del ambos /mítico, musical, paradigmático, irracional/
En tanto el sentido se hace escaso, cuando uno ha perdido
Ya el temor del ridículo, ¿Qué es lo que habla cuando habla uno?

Se trata sobre arrancar días al terreno volátil
De lo perdido, enraizado en suspiros; su juego
De sístole y diástole y alguna belleza frente a la aparición
Del horror inminente tras cada feroz fulgor, o sea sobre sí
Guardar como un tesoro en sí la posibilidad de otro

Se trata sobre la imponente repetición, impotente
Y falta de sorpresa o sabiduría que lo comprenda
Necesario, existe un laberinto en cada plano: un tiempo
Sucediendo de forma variable, y un fuego: uno
Una palabra más /sobre lo mismo/ y luego un retroceso



*T. S. Eliot