DianaReydz

Desapareciste y reapareció la tristeza.

En medio de la noche...
El imán de tu presencia
movió mis piernas...
y sin saber por qué, caminé.

Sabía que no dormías
que tu mente encendida
esperaba a oscuras
apaciguar su agonía.

Aunque fingías...
algo dentro me lo decía,
que feliz no eras...
que de tristeza padecías.

Y...
que el sarcasmo era tu coraza,
el arma para calmar
tu alma herida...
con deseos nulos de vivir la vida.

Oh, tú mi neonata inspiración...

¿Por qué?
¿Por qué desapareciste?
¿Por que te fuiste?
¿Por qué, así, sin despedirte?

¡¿Por qué me siento triste?!
¡Por qué, hombre! ¡Por qué!

Por qué justo, ahora, que tu existencia estaba reviviendo mis ilusiones muertas.

Y qué le digo al corazón.
Si todo quería saber de ti..
y ahora, se quedó sin saber razón,
en un desconcierto que lo hace sufrir.

No... Lo entiendo.

Por qué las circunstancias
nos hicieron coincidir...
y ésta noche, te apartan de mi.

Al menos...
si no ibas a ser para mi,
me bastaba con suspirar y escribirte tantas cosas a lo lejos...
y sentirte, de algún modo, cerca de mi.

Ahora, ni eso.

¡Que infortunio el mío!

Soñar con vivir un amor bonito
y que solo sean simples castillos
de arena que denuevo
a mis pies quedan esparcidos.

¿Dónde estará?
Pregunto al cielo.

”Vuelve\"


Digo, pensando que me escuchará,
como quien desvaría con ilusiones
de una falsa esperanza...
de que ésto sea solo una pesadilla
y poder de él un poco saber.

¡Dios!
Fue tan poco el tiempo
Y ¡como lo extraño!

Ojalá pudiera él leer ésto.
Ojalá pudiera saber mis sentimientos.
Ojalá.

Pero se fue, sin hacer ruido...
Dejándome en el alma total silencio
y éste insomnio como inquilino.

 

 

De: Diana Janeth Reyes Diáz.
( Diana Reydz )

Publicado el 04/05/19

 

03:03am

 

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