mercedesdembo

BAILE MOJADO CON CANCIÓN EN SEFARDI

Ese día ordeno Clara la biblioteca,  allí en el hospicio donde trabajaba como voluntaria.
Lo primero que vio al entrar fue
..la capa espesa de polvo que cubría las repisas donde se amontonabas cantidas de libros, revistas. Tubo que ponerse una máscara para evitar de respirar el polvo que  levantaban sus pasos..
La gran mayor
ía de los libros eran donaciones de la comunidad.
Una buena selección, pero que desorden! muchos libros yacían esparcidos en el suelo, que pena la dio.
Los libros llenaban una gran parte de su vida, los cuidaba con mucho amor y respeto.
 
La señora que se ocupabada de la biblioteca estaba enferma desde hace mucho tiempo y el sitio sufría de la pena del abandono.
Clara trabajo sin pararse toda la mañ
ana, solo hizo una pausa de diez minutos para tomar un café con un bocadillo. Cuando termino de ordenar la biblioteca ya eran las quatro de la tarde. Miró a su entorno satisfecha, que diferencia, todo limpio y clasificado. Mañana volvera para terminar unas cositas que la quedaban.
Recogi
ó su bolso dejo la pieza que cerró con llave. Depositó la llave en la oficina y salió rumbo a su casa. Solo pensaba en una deliciosa ducha caliente y en tumbarse en el sofa con un buen libro escuchando su musica preferida.

Clara regres
ó a casa agotada física y mentalmente; a penas entró, se despojó de su ropa, simplemente la tiró al suelo ansiosa de meterse bajo la ducha.
El agua tibia resbal
ó sobre su piel cansada, suspiró de alivio.  El agua tenia el poder instantaneo de relajarla. Permaneció un largo momento allí sin moverse dejando esa lluvia deliciosa salpicarla el cuerpo y penetrar sus huesos doloridos. Una sensación de bienestar la invadio, cerró los ojos para fundirse en ella.

Prosiguió a jabonearse automaticamente un tanto distraída, su menta vagaba por montes y por valles.
En la ducha se sienti
ó inspirada y una canción brotó de sus labios:

"Ay! agüa de vida
como me alegas (alegras)
hoy me sento bendisha (bendita)
me cayentas
me sakas los males
me fesheas (mimas),
dezde las montanyas
de yehuda (judea)
abashas cantando
para purificar a la nobya
en la tebila (baño ritual).
Las madres tanyendo
sonajjas (panderetes) en mano
trusheron roskas y alkonfites
para endulzarla la boca
de roza a la nobia,
Caldo de gayina
para darla fuersa
que alegue a su nobyo
en la noshe de bodas.
la nobya el nobyo

yu yu yu yu

z'ghartsean todas...(abaruelas)
....
....
" "

...
....
....
" "

Tan lejos estaba que no oy
ó la puerta abrirse, solo percibió una presencia cerca.
No se dio la vuelta ni se
alteró, sonrió ya sabia quien era.
Sinti
ó la mirada de él clavada en la espalda, se estremeció. Él, Craig tenía ese efecto sobre ella, sin siquiera tocarla.

Continu
ó lentamente a deslizar la esponja por sus senos, dibujando círculos concéntricos.
En ese momento
Craig, puso una mano sobre la de ella para seguir dibujando juntos. Sus pezones se ruborizan de esa tibiesa, ese calor delicioso que la invade enterita.
Los dedos recorren la piel en movimientos diversos como una danza ritual, alejandose y acercandose de nuevo. Momentos de magia, harmonia completa al ritmo de las gotas de agua que salen de la guitarra de sus cuerpos.

El vapor invade el espacio y ellos ajenos a todo siguen pegados piel a piel saboreá
ndose, bebiendose,
explorando cada cent
ímetro de sus cuerpos.
Craig la lame el cuello despacito, la mordisquea la oreja, la susurra palabras tiernas. El sabe como eso la estremece. Sigue bajando a lo largo de su espalda con rozes cual aleteos de mariposa, ligeros, subtiles y tan, tan placenteros. Clara gemia de excitaci
ón que aumentaba cuanto más sentia su miembro erecto cavandole la espalda.
Sus respiraciones se hacian m
ás agitadas a medida que avanzaban con los toques sensuales.
Clara siente como olitas de temblor la recorren y se tiende hacia atrá
s, mientras el la acaria el monte de venus lentamente con un dedo y dos dedos.
De pronto la alza en sus brazos y la deposita en la cama del dormitorio.
La puerta empujada, se cerro.


Merche DemBar

7.7.10