Cristian Jovani

MUSA

El movimiento de mi musa

se parece al vaivén de un aire tibio,

y exhala vainilla erótica

que se queda en la punta de la lengua,

y transita por los vellos de la piel.

 

Ella es el arpa que pronuncia la belleza…

Ella destila lo sabroso inagotable…

provoca el azúcar silvestre…

surca en lo íntimo del peñasco.

En su cuello existe la saliva del cerezo,

un collar de fluidas revelaciones;

y en su singular cremallera

oculta el arañe de un bocado de dulce.

 

¡Ah…, en sus pechos, el sustento de la boca!

¡la cadencia de cada trago…! ¡la seda del tiento…!

No me la imagino enjaulada

ni lejana del hormigueo de mi mano,

de la mordida de un pestañeo.

Cuando es agosto…

me enamoro del sabor que se aloja en sus pámpanos 

y dibujo en sus caderas mi aliento.