WandaAngel

Quejidos Sin Tiempo

Mi piel se confunde

con tu piel, mis besos

son un collar en tu cuello.

Mis manos deletrean

tu desnudez y mi aliento

susurra cantos eternos.

Es la hora del amor

y de los sueños, la hora

interminable del ávido deseo.

Y eres mía sin serlo

y yo tuyo del alma,

de carne, de abrazos,

tuyo de huesos.  Nada se impone

entre nuestros cuerpos.

Sólo el fuego de siempre 

y el sudor de sal, que amarra 

los miembros y duros pechos,

hasta rompernos 

en quejidos sin tiempo.