kavanarudén

Seguiré amando

 

 

Escóndeme entre sus sedosos cabellos.

Acaríciame en lo profundo de tu mirar intenso.

Abrígame en la dulzura de tus sueños.

Protégeme en la calidez de tu respiración.

Sosiégame con la armonía de tu voz.

Ámame en tus deseos secretos, esos que escondes bajo tu piel ardiente.

Seguiré amando aunque ya no esté presente, por eso amor:

no te acerques a mi tumba llorando, bien de mi vida, no estoy ahí.

Estoy en la brisa fresca mañanera que te acaricia.

En las plantas que riegas cada día y entregas parte de ti.

En el café humeante que tanto te gusta.

En el agua que limpia y refresca tu cansado cuerpo.

En las lejanas estrellas, esas que ves a través de nuestra ventana, en la tímida luna, en el titilar de los innumerables luceros, esos que amas y admiras.

En la sonrisa de nuestros hijos, en la carcajada de nuestros nietos.

En el sonido de las olas del mar, en el salitre vespertino, en las gaviotas en su volar. 

En el canto sonoro de las aves, en el gorjear de las golondrinas.

Por eso amor te pido, no te acerques a mi tumba sollozando, te repito una y mil veces: no estoy ahí.

Vivo y viviré para siempre, en tu recuerdo y en tu corazón.