Dulce

Un día fui

 

Un día fui viento de la ribera

sosteniendo alondras

las mujeres sostenían sus estrellas

los hombres sus sombreros.

Un día fui arroyo

mágico torrente

de ríos melancólicos

fluyendo hacia los sueños

y mares sorprendentes.

Otro día fui fuego

solo por un momento

amiga de salamandras

incendié hasta las palabras

por lenguas de calor

en un vaivén nocturno

de líbido y sudor.

Y convertí la madera

de bosque incandescente

flexible y útil

acogedora y desapegada

de los frutos y sus hojas.

Hoy mi naturaleza es el amor

que conversa

con el espíritu de cada uno

viento, agua,

fuego, madera

que me sostiene vibrante

subyugante y entera.