Espere con paciencia sentado en una silla, con tu recuerdo en mi cabeza dando vueltas sin parar, sera que le escribo hoy o mejor mañana cuando estes mas calmada y la lluvia empieza a amainar.
Hasta que decidi ir a tu encuentro, primero te escribi una carta sin saber cuando me responderias, reze para mis adentros como quien dice, y luego empece a hablar de nosotros dos.
Finalmente entre tantas palabras el sabor de tus labios me subyugo, quedandome sin aliento cuando el timbre sono y ver ante mi tu hermosa figura y tus encantos de mujer ,que desprendian mas que belleza, amor.
El deseo de verte fue mas fuerte que el desanimo y la inocencia de creer que no te volveria a ver ,por eso regrese a tus salones pulidos ,llenos de recuerdos del ayer, que me impulsaron sin pensarlo a tus brazos amantes otra vez.