Doblezero

DULCES SUEÑOS

 

 

***

 

Anoche el sésamo durmió en mi piel
tras susurrar por mi boca balnearia
y en brazos de la madrugada soñé
una lindisima ilusión extraordinaria.

Dulcisima ensoñación sin acidez
bajo un azul imposible en el cielo
donde los niños no podían temer
y en los padres no cabía el miedo.

¡Roja mancha de aurora! permiteme
que no estropee ese sueño perfecto
sino que ajuste mi noche diaria
para que pueda venir de nuevo.

Que la imaginación repleta de vida
venga como el olor del jazmín
abriendo de par en par a la fantasía
mi nocturno corazón infantil.

Ahora me acostaré igual que ayer
con el corazón de un niño feliz
y con suerte pueda venir otra vez
ese sueño perfecto junto a mi.

 

***