Alexander Vortice

HOJAS DE ORO

FUERTES alas de incertidumbre

pernoctan en los cerebros simples;

redacta el aprendiz de mago el rezo

que pide PAZ para siempre, “el mundo”

se ahorca a golpes de dolor,

de indiferencia retenida en los cuerpos

de los necios. Ojo por ojo. Misericordia

ausente, fuego que ya no es calidez,

adultez adulterada por lo billetes…

Aros de mirra y alas, consejo de sabios

y Europa semeja un desperdicio inusitado.

 

Caen las divinidades porque ya no son

oro celestial; observa tu interior –si puedes-

y no verás tanta luz como ayer.