Jorge A. Valles A.

Mundo

El débil,
caerá ante este mundo vil.
Sí, el débil,
el débil caerá,
más no se preparará
para volverse a levantar,
se quedará allí a llorar
ante los males que el mundo le ha llevado
y el débil los había aceptado,
porque sin opción se había quedado,
de hecho, simplemente no hay opción,
el mundo no te lleva una opción,
te arroja una cuerda,
te da una odiosa mirada,
y te da el sentimiento de morir,
el sentimiento de que debes huir...,
de que debes huir y sobrevivir
más el mundo no te dejará ir.

Igual pasa con el más fuerte,
al fuerte le gritan y desean muerte,
le traen los mismos desafíos o peores,
o quizás el mundo le de los fáciles,
si son fáciles nunca lo sabes,
el mundo es tan incomprensible.

Pero,
el fuerte y el débil,
están en contra del mundo vil,
y no solo eso,
el débil y el fuerte alguna vez fueron iguales
¿Por qué?
Porque ambos,
fueron recibidos
de mala manera,
ambos tuvieron la misma opción,
ambos fueron o son débiles,
más no se convirtieron viles,
como aquellos
que piensan que el mundo les sirve a ellos,
y no ellos al mundo.

Los fuertes también sufrieron,
más ellos no tomaron la triste opción,
si, ellos también lloraron,
ellos también cayeron,
y aún así no se rindieron,
y ellos mismos decidieron,
ellos se levantaron.

No pensemos que todos
tenemos diferentes caminos
porque al final nos damos cuenta
que su sufrimiento fue equivalente al nuestro.

No pensemos,
que nuestros caminos
son todos totalmente distintos,
hemos pasado por algunos puntos,
y también decidimos si ayudarnos
o no, pero siempre debemos nosotros,
de ayudarnos los unos a los otros.

Pero tampoco pensemos,
que no hay hombre en estos caminos
que no sea como el mundo,
porque hay hombres mundanos,
si, hombres que nos dan sus manos,
para tirarnos a los lugares más oscuros
y donde pocos logran sacarnos.

Los hombres mundanos,
son hombres cansados,
que sin saberlo son manipulados,
y son convertidos
en la representación del mundo vil.
Se vuelve el hombre humano vil,
este hombre no es fuerte ni débil,
este hombre a caído más bajo que cualquiera
y aunque lo veas de pie,
por dentro este hombre a caído...,
y en un títere se ha convertido.

Sí, acabo de explicar
como poder caminar
en este empedrado camino,
más está en tus manos correr
sin siquiera caer,
y quisiese poder ver,
que mis pies tan sucios
y tan lastimados
estén como los tuyos,
porque así nosotros sabremos,
si al mismo paso vamos los dos.