Adrián

La caída de un hombre

El mar muerde al hombre.
Los pétalos de su corazón,
en pleno vuelo
y su frustración hedionda,
aletea sobre la carne viva.
El fracaso araña la raíz del consuelo.
Envenenada vida.
Como Ícaro, el hombre
abusó del aleteo
y sobre el mar vomitó su sentencia.