Ignacio Hernández Montero

Salud

Ni siquiera en tu presencia,

Me dejé de sentir solo,

Ni siquiera entre mis brazos,

Te pude recordar.

 

Mientras el dolor se añeja,

En barriles de recuerdos,

El palique le oculta,

de los transeúntes más sedientos.


Salud, Otra vez.