Esme

Temblando

¿Qué se supone que debo hacer?

con su dulce aroma en mi cuerpo,

con sus venenosas espinas en mi lengua,

con su éxtasis viviente en mis recuerdos.

 

Cuando no hay razón que sirva de guía

¿qué se debe hacer en estos malditos casos?

donde solo quiero sentir su piel quemándome,

envuelta, desnuda, entre sus varoniles brazos.

 

¡Que alguien le dé una condenada respuesta!

a esta pasión ardiente, en la boca, en las manos,

en las piernas, en el pecho, ¡en los pechos!

en todo lugar, donde ya él se proclamó amo.

 

¿Qué hago, para ganarme su amor?

si ya le entregué la piel, el alma y los besos,

no me basta con ser dueña de dos noches,

cuando anhelo besarle hasta los huesos.

 

\"Mía, mía, mía\" escuché a su boca decir,

en medio de caricias, suspiros, gestos

y así, mientras me temblaban las piernas,

también me temblaba el alma y los miedos.