Estgra Coes

De la cabeza a los pies

Esto es muy impresionante, me siento con vida,
siento un cosquilleo en mi espalda, uno que hace mucho había,
es raro, es indoloro, es tierno y muy alegre,
recorre mis pies, pasa por mi torso, escala por mi brazo y descansa en mi sien.
pero hay algo que lo inhibe, ¿qué será?
un dolor en mi cabeza surge y ataca desde atrás:
\"soy tus ganas de seguir, estaba sola en el rincón,
pero ahora que me has llamado no tengo porqué volver\".
\"Oh, me alegro\", dije a mi sentimiento andante.
\"Me alegra que el adaggio tranquilo halla pasado a ser un allegro cantante\".
\"Pues, ¿quién será entonces el necio caminante que ose pasar andante por mis rumbos, ya sea por detrás y por delante?\"
\"Eso es un enigma\". dijo la vocecilla titubeante. \"recuerdas acaso quién soy? soy yo quien te guiará. cierra los ojos y camina. un paso hacia adelante, ningún paso hacia atrás. toma aire y respira sin más\".
Y poco a poco, el hormigueo de pequeñas mariposas se esfumó, el hombre miró hacia un lado y no había nada, miró al revés y observó al ciervo que cargaba, en él unas maletas, que, por suerte, poco peso cargaban. tomó las valijas, dio tres pasos, se tapó con sus cobijas y exclamó: \"Ven a mí, sube por mis pies y escala hasta lo más alto de mí, así. transforma mi camino en una senda, que por mal hora que se vea a las tres yo volveré, no importa si son las ocho o las seis, las diez yo siempre tendré, en mi reloj roto, roto por el tiempo y el ayer\".
y de su mente algo bajó, una lucecilla, tímida y arriesgada, pues sin ninguna protección logró pasar las barricadas que en el trayecto se encontró, y posose sobre la punta de los pies, pues, a su ver, era el lugar más alto del sujeto, si el momento exacto no hubiese sido aquél, quizá todo lo anterior hubiera sido al revés.