Danny McGee

SUICIDA.

SUICIDA.

De pronto pienso que he vivido más años de los que siempre quise vivir e hice bastante menos cosas de las pude haber hecho. Seguramente me estoy volviendo viejo. Me siento cansado, débil, demacrado y mis años no son tantos como para ya verme olvidado.
No sé qué extraña magia o ironía del destino me mantiene aquí de pie, en esta tierra inmensa tan llena de contrastes, de preguntas delirantes y que no tienen respuesta. Tal vez deba temer, ir con dudas al futuro, a buscarme una tristeza que me quite del camino, dando metas por cumplidas y sabiendo que he mentido.
De seguro, nubes negras hay en cada rincón del cielo, en todas las noches fieras y en toda mente maligna. No es distinta mi vida. No tiene mucho sentido el hecho de discutirla: tan sólo se camina, se bebe un poco de olvido y luego tapas la vista.
Ha de ser, en este fango sin fondo, un método para tontos seguir y seguir andando. Se busca. Hay aire para fingir. No me asusta. Me lastima sí. Me vierten lágrimas saladas las más cruentas pesadillas, cosas de las pasadas y otras no construidas. En fin... Silencio: \"Siempre es buen momento para ausentarse por algún tiempo\".