DianaReydz

Dulce condena.

Desatas las cuerdas...
cantando un alarido,
en la escalada de tus manos expertas...
sobre mis montañas.

 

Tus fuerzas me sostienen,
me elevan...
entre lo salvaje y dulce.

 

Borrando el rojo carmín
de mi boca con tu boca dulce.

Gimes...
en una queja gloriosa,
redimes...
todas las ausencias.

 

Solo queremos, ahogarnos...
en la euforia sedienta.
Solo buscamos todo darnos...
haciendo historia en cámara lenta.

 

 

Sin ponerle nombre...
a lo que la piel nos pide.

 

 

Saldando las cuentas atrasadas.
Las ganas, sin usar palabras,
siendo vivas llamaradas...
que nos hacen cenizas.

 

No hay quien nos detenga.
No hay tiempo para malgastar.
No hay noche como ésta.
No hay nada que sustituya...
que valga más la pena,
que perdernos en valles de lujuria.

Pues, si por ello hemos de parar
en una condenación eterna...
que nos abran las puertas de par en par
y entremos extasiados por ellas.

 

De: Diana Janeth Reyes Diáz.
( Diana Reydz )

Publicado el 14/04/19

 

03:11am

 

Todos los Derechos Reservados 
de Autoría Personal ©