Cesar Salazar

CelebraciĆ³n del tigre

El mismo tigre odiado

el de siempre

el que raya por raya se revela

en la noche de lana

de luna

a la par que nos dice

Déjame

estoy cansado

vete a dormir,

el mismo tigre odiado

con sabor a crimen

o a Lima

o a Barcelona

o al cine Bucareli,

el mismo tigre odiado

que cala hasta los huesos,

ha prendido su nombre

con estelas de mar.

Y Aloysius Acker 

y el cuerpo celebrado

y el hijo de Sensini

y el tiempo en la fábrica

o en bares,

se acaban yendo

con la risa de la infancia. 

Una risa infernal.

Y Adán es Dios

nuevamente.