Desearía desaparecer, ser uno con el viento … rozar su muy maltratado rostro, besar sus fríos labios y desvanecerme en su aliento.
Hacer de mi ausencia, una presencia permanente en cada rincón de ese hogar que me vio feliz en tan pocas ocasiones, me vio luchar contra aquel monstruo que resoplaba fuerte por las noches, me vio llorar de dolor, me vio agonizar durante tanto tiempo.
Invalido mis deseos, torturo mi cordura. Humillando mi optimismo y jugando con mi amor como un niño despreocupado juega en la noche a pisar flores.
Matándome de silencio, haciendo de cada presente juntos un doloroso pasado. ese mismo silencio de una estrella cuya luz llega en forma de fotos pasadas, fotos de su vida agonizante y muerte eminente, donde solo llegamos a ver el destello hermoso de lo que fue. Pero a la vez ya no está. Es una despedida eterna, como la que deseo darte.