Federico Mendo Sánchez

AUNQUE NO SEAS MÍA

 

 

Después de tanto tiempo, volví de nuevo a verte,

con tu sonrisa seductora muy pronto me llamaste,

la noche era amena, y tan solo pude decirte,

te estuve esperando, porque te demoraste

 

Caminamos un poco bajo las estrellas,

mis ojos no se cansaban de mirarte,

había pasado años que te dije cosas bellas,

y esperándote viví y no pude olvidarte.

 

El calor de tu cuerpo sentí por unos momentos,

y mis manos deseosas tu cuerpo recorrían ligero,

yo creo que te acordaste, de mis nobles sentimientos,

y muy despacito al oído te dije:- amor, te quiero.

 

Tu mano por instantes la mía la cogía,

quizás por el temor de sentirte mía,

era una noche de luces y de algarabía,

era sentir tu cuerpo acariciando el mío.

 

Era placida tu mirada, amena tu conversación,

la gente alborotada y nuestros deseos se marchaban,

tus ojos sonreían en cada palabra que emitía el corazón,

y aunque no seas mía, mis labios te nombraban.

 

La noche fie muy linda cuando tu apareciste,

cuando tu mirada me hacía tambalear,

tus ojos me miraban tal vez porque me viste,

después de mucho tiempo algo te hizo recordar.

 

Aunque tú seas de él, y aunque no estés conmigo,

hoy he sentido la pena de un amor prohibido,

mañana tú partirás,  y no podré ir contigo,

aunque tú seas de él, hoy a ti te he elegido.