Tersa
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Es mi piel como las nubes blancas,
son mis ojos donde crece la luz,
no crees que soy tersa, intacta e inerte,
cuando se abastece la calma,
como una espera esperar por todo o por nada,
como una vez que no se encendió la llama,
cuando se apagó el silencio,
con el ruido de tu voz,
cuando llegaste a mis besos,
de fuselaje salvaje,
y entre las piernas abiertas,
que esperan por el dulce beso de tus labios,
tersa, intacta e insolente,
yo despierto con hambruna de deseos,
donde se advierte el temor a ser consagrada,
de miedos sin ser pavor real,
cuando mi manera de amar es el hálito gélido,
cuando me dejas fingir,
lo que el alma es la luz,
tersa, intensa y en suspenso,
quedo hallando lo que espero,
¡la calma, tonto, la calma!,
espero como tu espera,
esperar a hacer nada,
porque todo cambió de color,
cuando me dió el frío tu voz,
de un recuerdo como el triste adiós,
que hoy socava muy dentro,
de mi alma,
esperando a que se detenga el heril,
que por herir a mi tersa piel,
desmaya mi razón en una sola locura…
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