A través de la densa neblina
te contemplo en silencio supremo,
paraíso celeste a mi vista
que arrebata suspiros certeros.
Tu sonrisa, gloriosa armonía
se desplaza sutil por el viento,
emanando susurro inquietante
que penetra en mi ser con anhelo
Mis oídos se llenan del timbre
de tu canto sensual de embeleso;
sinfonía de gloria parece
con arpas y rabeles del cielo
La quimera que en mi alma dormía
se despierta bañada en deseos,
con el hambre voraz y sedienta
en busca del calor de tu fuego.
Me consagro a tu esencia divina
y me tomo con ansias sin miedos;
La pasión que florece ardorosa
en el tálamo pulcro del deseo!