Ignacio Hernández Montero

Tentación

Momento que de anhelarse a nacido,

Deseo de un corazón herido,

Un taciturno abrazo de tumbas,

En el silencio hay gritos desesperados,

Cuando las agujas cesan su danza,

El corazón se lamenta lento.

Delgada y negra, espigada,

Sostiene una lagrima al borde de caer,

Como cadenas sujetando fuerte,

A una enardecida fiera,

La dualidad humana presente,

La constante lucha que quebranta almas.

Afligido, incompleto, sin hallarme,

¡Oh dulce calamidad!

Ablandas mi espíritu,

Pero eh ganado la batalla,

Mientras encuentro la sonrisa,

Que ponga a mover el tiempo.