Danny McGee

SIMPLEMENTE.

Simplemente.

Se veía a través de las rosas, se veía... Era tan maravillosa como una poesía. Se veía...
Se veía ser perfume de jardines, se veía... Serafín de serafines su bellaza parecía. Parecía...

A nadie más que a ella se le iba a llorar más: ni a esa que era estrella ni a esa tan fugaz. No habría otro camino ni huella ni lugar (sin ella en mis latidos, era tonto caminar).
A la altura de una vida se me fue como si nada: sin el arma, sí la herida y con suerte con palabras. A solas quedó el alma, la vida, el corazón, y mi noche y su mañana que separa sólo el sol.
A veces va una rosa a aromar con su recuerdo, pero tibia, tan borrosa, que yo casi ni la observo. La mujer que tanto amaba ha perdido su belleza como yo perdí la calma y la imagen de mi fuerza.

Se veía a través de las rosas, se veía... Era tan maravillosa como una poesía. Se veía...
Se veía ser perfume de jardines, se veía... Serafín de serafines su bellaza parecía. Simplemente parecía...